En estos momentos
estamos viendo como una de las variables que están evolucionando de una manera
muy positiva en nuestra economía son las exportaciones.
Nuestras ventas
internacionales están registrando en los últimos trimestres unas cifras muy importantes
para nuestro país.
Debido al estancamiento
de nuestro mercado interior, muchas empresas están dirigiendo su desarrollo empresarial hacia los mercados
internacionales.
Sin embargo, exportar no es una tarea sencilla.
Requiere recursos y capacidad para afrontar las ventas internacionales.
Las empresas deben de
tener cuidado a la hora de decidirse a desarrollar su estrategia de
exportación. No se trata de empezar a viajar e intentar vender los productos
sino que tiene que ser consecuencia de una reflexión interna sobre sus
capacidades y su potencial internacional.
El título que he
elegido para este post es “Se puede
exportar, … si se quiere”. Muchos de vosotros pensareis: “vaya título ha
elegido Ignacio. Esto que dice parece de perogrullo”. Os lo aclaro: por
supuesto que toda empresa quiere exportar pero no basta con decirlo. ¡Hay que
demostrarlo !
Entonces ¿por qué digo
que “Se puede exportar, … si se quiere”?. Por una simple razón. Quiero que el
empresario sea consciente de que para exportar lo que hay que tener es una decidida decisión a hacerlo, que
conlleva sacrificios y la necesidad de
invertir recursos. Fijaros que digo invertir, no gastar. Las empresas deben
entender que para exportar deben dedicar recursos. Y esto no quiere decir que
se gasten, sino que tienen que pensar que es una inversión que a medio y largo
plazo le proporcionará retornos.
Esa es la razón de
elegir el título “se puede exportar, … si se quiere”. Si una empresa está de
acuerdo en emplear los recursos necesarios y en afrontar lo que conlleva un
proceso de exportación estoy seguro de que conseguirá exportar. Si una empresa
trata de exportar sin haber realizado esa reflexión y haber dedicado los
recursos necesarios podrá conseguir una venta puntual en el exterior (si le ha
sonado la flauta) pero no un proceso de exportación estable.
A continuación comparto con vosotros un dibujo
que he hecho para explicar las
dificultades a las que debe hacer frente una empresa a la hora de abordar una estrategia
de exportación o ventas internacionales.
No soy un gran artista (¡perdonadme!), pero creo que el dibujo nos ayudará a entenderlo mejor.
En este
dibujo encontramos, en mi opinión, las claves
que una empresa tiene que tener en cuenta para abordar con el mayor éxito
posible su proceso de ventas internacionales. Es importante que se reflexione
sobre cada una de ellas.
Un
proceso de exportación debe ser
consecuencia de una reflexión interna
de la empresa y tiene que ser fruto de
una estrategia internacional que marque la táctica y las acciones a desarrollar. Vender a otros países no es
simplemente vender en el exterior lo que tienes, sino que lleva implícito una
serie de temas que la empresa tiene que tener claro. Si no es así la empresa
puede correr muchos riesgos que le
pueden hacer mucho daño.
El
dibujo nos muestra las principales dificultades u obstáculos que una empresa
que quiere abordar un proceso de exportación tiene que hacer frente. No todas
las empresas tendrán la misma facilidad/dificultad para superar unas u otras.
Yo divido
estas dificultades en dos tipos: estructurales y operativas.
Como
nuestro objetivó es exportar, tenemos que considerar estas dificultades en un entorno internacional, teniendo en
cuenta la competencia a la que nos enfrentamos en el exterior.
En siguientes post os iré explicando cada una de estas dificultades. Creo que merece la pena reflexionar sobre ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario